La banda se crea cuando por casualidad, coincidieron un día Rafa Gutiérrez y David Summers en los pasillos de Televisión Española, donde tenían que hacer un trabajo de figuración en el programa «Aplauso». Poco después Rafa le pidió a David que interviniera con el clarinete en el nuevo grupo que estaba montando con su hermano Felipe. David accedió, pero a cambio le pidió tocar su guitarra para el demo que estaba preparando por su cuenta junto a dos amigos de la infancia, Daniel Mezquita Hardy (teclados y guitarra) y Javier Molina (batería)1
En 1982, con el nombre Los Bonitos Redford, la banda debutaba, en el mítico local madrileño «Ola, combinando textos naif con guitarras de influencia Beatle, melodías que podrían recordar al grupo británico The Beatles en sus inicios y un regusto a la New Wave que llegaba, también, de las islas británicas. El grupo Los Nikis puso en contacto a los chicos con la discográfica que editaba los discos del citado grupo y así, el 23 de febrero de 1983, fichaban por dos años con Discos Lollipop.
Entre abril y mayo de ese año, grababan en Estudios Trak sus cuatro primeros temas que serían editados en dos sucesivos sencillos; Los dos primeros en junio, «Milagro en el Congo» y «Venezia», ya con el nombre definitivo de «Hombres G». Meses después, «Marta tiene un marcapasos» y «(La Cagaste) Burt Lancaster», mientras seguían actuando en directo. En la primavera de 1984, Hombres G preparaba las maquetas para una primera larga duración de Discos Lollipop. Allí ya estaban «Devuélveme a mi chica», «Nassau», «No te puedo besar», «Matar a Castro» y «Dejad que las niñas se acerquen a mí».
Tras el verano de 1984, Discos Lollipop se encontró con problemas de liquidez tras las escasas ventas del tercer sencillo del grupo Metal y Ca., por lo que les propusieron retrasar la grabación del álbum para el año siguiente. Ante esto y la falta de respuesta positiva del resto de discográficas, pensaron incluso en abandonar la música, mientras cierra una actuación de «casi» despedida, más bien para los amigos, en la sala Autopista, en el Centro Comercial La Vaguada, en octubre de 1984.
Hombres G se encuentran casi en un callejón sin salida, con una compañía incapaz de seguir apostando por ellos, y con las negativas de las grandes multinacionales a sus nuevas maquetas. En esta situación reciben una oferta discográfica. Se trata de Paco Martín, que acaba de montar un nuevo sello, Twins, y les ofrece grabar su primer álbum.